sábado, 15 de marzo de 2014

Arquetipos en la cultura familiar mexicana


Mtro. Cesar Augusto Luna Alonzo.
Docente investigador del Centro Universitario UTEG, encargado de la línea de investigación de Trabajo Social, Docente de la Licenciatura en Trabajo Social del Centro Universitario UTEG, Asesor del Comité de Titulación de la Licenciatura en Trabajo Social.
27 de marzo de 2013



Los procesos de educación dentro la familia, van configurando la ideología de los miembros que la conforman, con base en aprendizajes que pasan de generación en generación, como rituales mediáticos en la crianza de los hijos. Todos estos constructos aparecen inherentemente dentro de las familias,  los cuales muestran [la necesidad de convocar celebraciones y aniversarios muestra las esenciales dimensiones humanas de sociabilidad y de cultura. Una celebración es una conmemoración, es decir, la reposición de un recuerdo gozoso mediante la memoria conjuntamente con otros; en rigor, nada se celebra o conmemora en soledad. Estas festividades recuerdan que un grupo de personas tienen algo en común: unos valores, un hecho pasado al que se concede importancia, la estima de alguna realidad que se pretende reactualizar; realidad que, además, entraña gozo para las personas, pues de otro modo no hay celebración; o bien, si la realidad conmemorada fuera causa de tristeza, habría duelo] (Bernal, 2005).
Estas celebraciones conforman lo que conocemos como cultura familiar, que obviamente cada una de ellas va cosechando individualmente, pero existe una peculiaridad dentro de esta sinergia formativa, existen ciertas similitudes en la formación de esta cultura familiar, la cual se ve reflejada en los procesos de crianza familiar; existe un elemento en la sociedad que es imperceptible en la configuración de las ideologías del colectivo, los arquetipos y el inconsciente colectivo,  juegan un papel fundamental en la crianza de los sujetos de la sociedad.
Los arquetipos pertenecen a una corriente psicológica, denominada psicología analítica elaborada por el psicólogo suizo Carl Gustav Jung el cual postulaba lo siguiente [el inconsciente colectivo está constituido por formas de pensamientos latentes que son heredaros por cada individuo. Estas formas de pensamientos son arquetipos, predisposiciones a tener ciertas experiencias. Esas imágenes no se basan en nuestras experiencias personales de la vida, aunque son activadas por ellas, se establecen universalmente. Otros seres humanos, con experiencias de la vida completamente diferentes en otras épocas y lugares, han tenido imágenes semejantes.] (Dicaprio, 1989), estas ideas de igual forma han estado presentes en los constructos familiares que inciden en los procesos de sociabilización, crianza, enseñanza, culturización familiar.
Desde la perspectiva familiar, este sistema se rige en gran medida en las interacciones de sus propios subsistemas, conyugal (relación entre madre-padre), paternal (relación de padres-hijos), fraternal (relación hermano- hermano), supra sistema (relación de la familia-contexto social), en este sentido, surgen la estructura, dinámica, roles, coaliciones, alianzas, las cuales van dando el sustento a la personalidad de cada sujeto perteneciente al núcleo familiar, en esta configuración existe el ciclo vital familiar que juega un papel fundamental, puesto que estas etapas familiares, representan los procesos de crecimiento, configuración, restructuración familiar, donde podemos observar dentro de la nomenclatura de la familia mexicana, que existen diferentes tipologías familiares, extensas, reconstruidas, nucleares, monoparentales, en las cuales la educación familiar de generación en generación se ve reflejada en las enseñanzas de los bisabuelos, abuelos, padres e hijos, todas las familias pasan por este proceso de enseñanza en el cual podemos observar muchas similitudes en las formas de crianza de los miembros de la familia, en el cual se ven reflejados los arquetipos en la familia.
Así como los remedios caseros que se trasmiten de un miembro de la familia a otro, así mismo podemos apreciar los procesos educativos en las familias, pondremos un ejemplo, uno de los arquetipos descritos por Jung es el “diablo” es una imagen muy repetida en las culturas ancestrales era mostrar a demonios con forma de serpientes, como la serpiente emplumada azteca, su dios más poderoso o la serpiente marina mapuche, que inundaba los campos. Explicación: la serpiente es un animal voraz, imponente y en algunos casos, venenoso. Por ello, es normal que mucha gente les tema, peor aún en las épocas antiguas donde la medicina no pudo curar las heridas de una serpiente venenosa, por ello las veían como un peligro. Tomemos en cuenta que la mayoría de las familias mexicanas profesan la religión católica, la cual incide de gran forma en la crianza y educación de los miembros familiares, esto se ve reflejado en el proceso y uso de la autoridad en los hijos, “si no te portas bien el diablo te va a llevar”, “si no te lo comes el coco vendrá por ti”, este proceso educativo viene de los antepasado, bisabuelos, abuelos, lo cual aún se encuentra muy arraigado en la cultura familiar.
Otro de los arquetipos estudiados por Jung, es la madre, [pensar en la madre perfecta, solo hay un número limitado de imágenes que corresponden a la madre, protectora, guía espiritual, criatura encantadora, personificación de la sabiduría.] (Dicaprio, 1989), en la idiosincrasia del mexicano la figura de la madre es venerada en todos los aspectos, puesto que es el pilar fundamental de la familia, en la cual se vierte la crianza y responsabilidad formativa en la mayoría de las familias, aunado a esto podemos encontrar de nuevo el rasgo religioso en la cultura familiar del mexicano, desde pequeños se le inculca a la sociedad mexicana, rendirle culto a las vírgenes, específicamente a la virgen de Guadalupe, puesto que es una imagen arquetípica que le ofrece protección al sujeto a nivel psicológico, emocional y espiritual, de igual forma estas características ideológicas se observan constantemente en la imagen de la madre. Pero en este punto debemos hablar de un aspecto contradictorio en la representación arquetípica de la madre, encontramos que dentro de la sociedad existe la violencia contra la mujer, violencia intrafamiliar, parricidios, etc., en un estricto sentido se supone que la imagen de la madre-mujer, debe ser respetada puesto que la imagen se ve representada en todas las culturas del mundo, podemos hacer infinidad de hipótesis sobre el por qué existe este fenómeno, al rompimiento arquetípico de la figura de la madre, puesto que dentro de esta imagen se encuentra la madre abnegada y sumisa, al momento en que la mujer entra al ámbito laboral, se rompe este paradigma cultural, puesto que las mujeres dejan sus casa, dejan a los hijos en guarderías o con algún pariente de confianza, combina estas tareas con los quehaceres del hogar, “porque así es como se construyó la definición cultural de la madre”, trayendo consigo conflictos de genero entre hombre y mujeres, esto no se escribe con el afán de discriminación hacia la mujer, sino que es una visión cultural de las interacciones de los arquetipos a nivel social, este podría ser otra explicación, ahora bien existe el conflicto entre los padres de familia , en las familias que solo el padre es el que labora y existe violencia familiar, como es bien sabido por todos, este es un patrón de conducta aprendido, al ver violencia en casa esta se repite en el nuevo hogar, en este sentido la configuración del arquetipo se ve totalmente trastornado, generando violencia.
De igual forma podemos analizar la jerarquización familiar de una manera arquetípica, en la territorio y geografía familiar al igual que  espacio vital de cada uno de los miembros que habitan en el hogar, en este sentido debemos tomar en cuenta los postulados del modelo estructural sistémico familiar, [territorio Corresponde al espacio que ocupa cada miembro de la familia, en tiempo y lugar. Se puede presentar dos polarizaciones patológicas, una, cuando alguien de la familia ocupa demasiado espacio y la otra cuando un miembro de la familia se encuentra en le periferia. Geografía se refiere a la ubicación de la familia en el hogar, como duermen, como comen, etc. Esto se refleja también en la manera de sentarse en las sesiones de terapia (termino aportado por el doctor Raymundo Macías).] (Sánchez y Gutiérrez, 2000), estas configuraciones espaciales se pueden interpretar desde una perspectiva social al igual que los principios de interacción, hagamos referencia sobre el termino pagnotismo propuesto por Michel Foucault, en el cual menciona que esta representación social, se refleja en la arquitectura de una ciudad, colocando monumentos en puntos específicos los cuales representan simbólicamente, una entrada principal a la ciudad, un kiosko en la plaza de armas u alguna estatua, las cuales son un punto de referencia en la ciudad, que dan un mensaje subliminal a la población. De igual forma sucede con la familia y el proceso educativo a partir del arquetipo, la forma en que una familia toma su lugar a la mesa cuando van a tomar alimentos o una reunión familiar, se puede apreciar la jerarquización familiar, al igual que el arquetipo que ocupa la silla en la mesa, casi por lo regular la madre ocupa un lugar a la mesa el cual le da una visión privilegiada en la cocina ya que están en su territorio de igual forma el padre ocupa una silla que le da la jerarquización del poder, ya sea al inicio de la mesa o la parte superior del lugar, así cada uno de los hijos ocupan un lugar específico alrededor de los padres, esta distribución se repite de una familia a otra.
El observar estas características en la cultura familiar es de suma importancia, puesto que nos da una visión familiar no terapéutica que nos puede dar una perspectiva de intervención de tipo cultural, la cual nos daría herramientas importantes para el estudio de la familia, puesto que este núcleo central de la sociedad está en constante sinergia y se ve afectado por su contexto, como lo hemos trabajado a lo largo del escrito, lo cual influye profundamente en la nomenclatura familiar mexicana, así como el entendimiento de la cultura familiar y sus proceso de crianza observando esto, en las interacciones de los sujetos en la sociedad.  

Bibliografía

Bernal. (2005). La convivencia familiar: Encuentro y desarrollo de la identidad personal. En Bernal, La familia como ámbito educativo (págs. 59-89). Madrid: Rialp.
Dicaprio, N. (1989). Teoria de la personalidad. Mexico: Mc Graw Hill.

Sánchez y Gutiérrez, D. (2000). Terapia Familiar, modelos y técnicas. Mexico: Manual Moderno.

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