Mtro. Cesar Augusto Luna Alonzo.
Docente investigador del Centro Universitario UTEG,
encargado de la línea de investigación de Trabajo Social, Docente de la
Licenciatura en Trabajo Social del Centro Universitario UTEG, Asesor del Comité
de Titulación de la Licenciatura en Trabajo Social.
Los procesos de
educación dentro la familia, van configurando la ideología de los miembros que
la conforman, con base en aprendizajes que pasan de generación en generación,
como rituales mediáticos en la crianza de los hijos. Todos estos constructos
aparecen inherentemente dentro de las familias, los cuales muestran [la necesidad de convocar
celebraciones y aniversarios muestra las esenciales dimensiones humanas de
sociabilidad y de cultura. Una celebración es una conmemoración, es decir, la
reposición de un recuerdo gozoso mediante la memoria conjuntamente con otros;
en rigor, nada se celebra o conmemora en soledad. Estas festividades recuerdan
que un grupo de personas tienen algo en común: unos valores, un hecho pasado al
que se concede importancia, la estima de alguna realidad que se pretende
reactualizar; realidad que, además, entraña gozo para las personas, pues de
otro modo no hay celebración; o bien, si la realidad conmemorada fuera causa de
tristeza, habría duelo] (Bernal, 2005) .
Estas
celebraciones conforman lo que conocemos como cultura familiar, que obviamente
cada una de ellas va cosechando individualmente, pero existe una peculiaridad
dentro de esta sinergia formativa, existen ciertas similitudes en la formación
de esta cultura familiar, la cual se ve reflejada en los procesos de crianza
familiar; existe un elemento en la sociedad que es imperceptible en la
configuración de las ideologías del colectivo, los arquetipos y el inconsciente
colectivo, juegan un papel fundamental
en la crianza de los sujetos de la sociedad.
Los arquetipos pertenecen a una
corriente psicológica, denominada psicología analítica elaborada por el
psicólogo suizo Carl Gustav Jung el cual postulaba lo siguiente [el inconsciente colectivo está constituido por formas de pensamientos
latentes que son heredaros por cada individuo. Estas formas de pensamientos son
arquetipos, predisposiciones a tener ciertas experiencias. Esas imágenes no se
basan en nuestras experiencias personales de la vida, aunque son activadas por
ellas, se establecen universalmente. Otros seres humanos, con experiencias de
la vida completamente diferentes en otras épocas y lugares, han tenido imágenes
semejantes.] (Dicaprio, 1989) , estas ideas de
igual forma han estado presentes en los constructos familiares que inciden en
los procesos de sociabilización, crianza, enseñanza, culturización familiar.
Desde la
perspectiva familiar, este sistema se rige en gran medida en las interacciones
de sus propios subsistemas, conyugal (relación entre madre-padre), paternal
(relación de padres-hijos), fraternal (relación hermano- hermano), supra
sistema (relación de la familia-contexto social), en este sentido, surgen la
estructura, dinámica, roles, coaliciones, alianzas, las cuales van dando el sustento
a la personalidad de cada sujeto perteneciente al núcleo familiar, en esta
configuración existe el ciclo vital familiar que juega un papel fundamental,
puesto que estas etapas familiares, representan los procesos de crecimiento,
configuración, restructuración familiar, donde podemos observar dentro de la
nomenclatura de la familia mexicana, que existen diferentes tipologías
familiares, extensas, reconstruidas, nucleares, monoparentales, en las cuales
la educación familiar de generación en generación se ve reflejada en las
enseñanzas de los bisabuelos, abuelos, padres e hijos, todas las familias pasan
por este proceso de enseñanza en el cual podemos observar muchas similitudes en
las formas de crianza de los miembros de la familia, en el cual se ven reflejados
los arquetipos en la familia.
Así como los
remedios caseros que se trasmiten de un miembro de la familia a otro, así mismo
podemos apreciar los procesos educativos en las familias, pondremos un ejemplo,
uno de los arquetipos descritos por Jung es el “diablo” es una imagen muy
repetida en las culturas ancestrales era mostrar a demonios con forma de
serpientes, como la serpiente emplumada azteca, su dios más poderoso o la
serpiente marina mapuche, que inundaba los campos. Explicación: la serpiente es
un animal voraz, imponente y en algunos casos, venenoso. Por ello, es normal
que mucha gente les tema, peor aún en las épocas antiguas donde la medicina no
pudo curar las heridas de una serpiente venenosa, por ello las veían como un
peligro. Tomemos en cuenta que la mayoría de las familias mexicanas profesan la
religión católica, la cual incide de gran forma en la crianza y educación de
los miembros familiares, esto se ve reflejado en el proceso y uso de la
autoridad en los hijos, “si no te portas bien el diablo te va a llevar”, “si no
te lo comes el coco vendrá por ti”, este proceso educativo viene de los
antepasado, bisabuelos, abuelos, lo cual aún se encuentra muy arraigado en la
cultura familiar.
Otro de los
arquetipos estudiados por Jung, es la madre, [pensar en la madre perfecta, solo
hay un número limitado de imágenes que corresponden a la madre, protectora,
guía espiritual, criatura encantadora, personificación de la sabiduría.] (Dicaprio,
1989) ,
en la idiosincrasia del mexicano la figura de la madre es venerada en todos los
aspectos, puesto que es el pilar fundamental de la familia, en la cual se
vierte la crianza y responsabilidad formativa en la mayoría de las familias,
aunado a esto podemos encontrar de nuevo el rasgo religioso en la cultura
familiar del mexicano, desde pequeños se le inculca a la sociedad mexicana,
rendirle culto a las vírgenes, específicamente a la virgen de Guadalupe, puesto
que es una imagen arquetípica que le ofrece protección al sujeto a nivel psicológico,
emocional y espiritual, de igual forma estas características ideológicas se
observan constantemente en la imagen de la madre. Pero en este punto debemos
hablar de un aspecto contradictorio en la representación arquetípica de la
madre, encontramos que dentro de la sociedad existe la violencia contra la
mujer, violencia intrafamiliar, parricidios, etc., en un estricto sentido se
supone que la imagen de la madre-mujer, debe ser respetada puesto que la imagen
se ve representada en todas las culturas del mundo, podemos hacer infinidad de
hipótesis sobre el por qué existe este fenómeno, al rompimiento arquetípico de
la figura de la madre, puesto que dentro de esta imagen se encuentra la madre
abnegada y sumisa, al momento en que la mujer entra al ámbito laboral, se rompe
este paradigma cultural, puesto que las mujeres dejan sus casa, dejan a los
hijos en guarderías o con algún pariente de confianza, combina estas tareas con
los quehaceres del hogar, “porque así es como se construyó la definición
cultural de la madre”, trayendo consigo conflictos de genero entre hombre y
mujeres, esto no se escribe con el afán de discriminación hacia la mujer, sino
que es una visión cultural de las interacciones de los arquetipos a nivel
social, este podría ser otra explicación, ahora bien existe el conflicto entre
los padres de familia , en las familias que solo el padre es el que labora y
existe violencia familiar, como es bien sabido por todos, este es un patrón de
conducta aprendido, al ver violencia en casa esta se repite en el nuevo hogar,
en este sentido la configuración del arquetipo se ve totalmente trastornado,
generando violencia.
De igual forma
podemos analizar la jerarquización familiar de una manera arquetípica, en la territorio
y geografía familiar al igual que espacio vital de cada uno de los miembros que
habitan en el hogar, en este sentido debemos tomar en cuenta los postulados del
modelo estructural sistémico familiar, [territorio Corresponde al espacio que
ocupa cada miembro de la familia, en tiempo y lugar. Se puede presentar dos
polarizaciones patológicas, una, cuando alguien de la familia ocupa demasiado
espacio y la otra cuando un miembro de la familia se encuentra en le periferia.
Geografía se refiere a la ubicación de la familia en el hogar, como duermen,
como comen, etc. Esto se refleja también en la manera de sentarse en las
sesiones de terapia (termino aportado por el doctor Raymundo Macías).] (Sánchez y
Gutiérrez, 2000) ,
estas configuraciones espaciales se pueden interpretar desde una perspectiva
social al igual que los principios de interacción, hagamos referencia sobre el
termino pagnotismo propuesto por Michel Foucault, en el cual menciona que esta
representación social, se refleja en la arquitectura de una ciudad, colocando monumentos
en puntos específicos los cuales representan simbólicamente, una entrada
principal a la ciudad, un kiosko en la plaza de armas u alguna estatua, las
cuales son un punto de referencia en la ciudad, que dan un mensaje subliminal a
la población. De igual forma sucede con la familia y el proceso educativo a
partir del arquetipo, la forma en que una familia toma su lugar a la mesa
cuando van a tomar alimentos o una reunión familiar, se puede apreciar la
jerarquización familiar, al igual que el arquetipo que ocupa la silla en la
mesa, casi por lo regular la madre ocupa un lugar a la mesa el cual le da una
visión privilegiada en la cocina ya que están en su territorio de igual forma
el padre ocupa una silla que le da la jerarquización del poder, ya sea al
inicio de la mesa o la parte superior del lugar, así cada uno de los hijos
ocupan un lugar específico alrededor de los padres, esta distribución se repite
de una familia a otra.
El observar
estas características en la cultura familiar es de suma importancia, puesto que
nos da una visión familiar no terapéutica que nos puede dar una perspectiva de
intervención de tipo cultural, la cual nos daría herramientas importantes para
el estudio de la familia, puesto que este núcleo central de la sociedad está en
constante sinergia y se ve afectado por su contexto, como lo hemos trabajado a
lo largo del escrito, lo cual influye profundamente en la nomenclatura familiar
mexicana, así como el entendimiento de la cultura familiar y sus proceso de
crianza observando esto, en las interacciones de los sujetos en la sociedad.
Bibliografía
Bernal. (2005). La convivencia
familiar: Encuentro y desarrollo de la identidad personal. En Bernal, La
familia como ámbito educativo (págs. 59-89). Madrid: Rialp.
Dicaprio, N. (1989). Teoria
de la personalidad. Mexico: Mc Graw Hill.
Sánchez y Gutiérrez, D.
(2000). Terapia Familiar, modelos y técnicas. Mexico: Manual Moderno.
como cuando encuentras el mismo texto dos veces
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